Deberes, ¿sí o no?: "Tiene que haber, pero pocos y sencillos"
Ningún partido se opone, pero algunos remarcan que poner muchos puede ser fuente de desigualdades
BarcelonaEs una de las preguntas que más se ha hecho en las jornadas de puertas abiertas de escuelas e institutos que se han celebrado en las últimas semanas: "¿Aquí pones deberes?" Como suele ocurrir en la mayoría de debates educativos, la solución no se reduce a un simple sí o no.
En 2022 de media los estudiantes de la OCDE dedicaron 10,8 horas a la semana a hacer deberes, una cifra que en España fue de algo más de 12 horas semanales, a pesar de ser uno de los países con más horas de clase de Europa. Ahora bien, los malos resultados educativos que Cataluña (y España) han obtenido en las últimas pruebas educativas internacionales han hecho que todo se tambalee y que las dudas en torno a los deberes se multipliquen: ¿se hacen masas?, ¿se hacen pocos? , ¿se hacen pero no funcionan?
En Cataluña el departamento de Educación no marca cuántas horas de deberes deberían hacer los alumnos de primaria, secundaria y bachillerato. De hecho, tampoco se establece si deben hacerse o no. Por tanto, la decisión de poner trabajo que los niños y adolescentes deben hacer en casa depende de cada escuela e instituto y, también, de cada profesor.
"¿Deben ponerse deberes? La respuesta es sí, pero...", reconoce el jefe de proyectos de la Fundación Bofill, Miquel Àngel Alegre, quien explica que para que los deberes sean útiles deben cumplir una serie de condiciones. Estos requisitos son aparentemente básicos: debe haber deberes, pero deben ser pocos, muy claros y que los alumnos puedan hacerlos de forma autónoma.
Horas
"¿Qué significa pocos deberes? No se puede sobrecargar al alumnado, pero varios estudios internacionales nos dicen que en los últimos cursos de primaria deberían dedicarle tres cuartos de hora al día y en secundaria ampliarlos hasta la hora o hora y media diaria", detalla Alegre. En este sentido, fuentes de Educació defienden al ARA una postura similar: "Hay que velar por que no haya una sobrecarga de deberes, especialmente en períodos determinados del curso. La calidad es más importante que la cantidad", insisten .
Autonomía
El jefe de proyectos de Bofill explica que, para que los deberes sean útiles, es necesario que las tareas sean muy claras y que "no pueda haber ninguna duda de cómo se completan aquellos deberes". Alegre detalla que no deben ser tareas complejas y deben ir destinadas a "reforzar lo trabajado en clase y que es seguro que todo el alumnado sabrá resolver". Ahora bien, el experto en políticas educativas también advierte que en ningún caso los deberes deben servir para realizar el trabajo que no se ha podido acabar en el aula o para avanzar temas que todavía no se han explicado.
Feedback
Más allá de lo que se manda hacer, o no, en casa, Alegre insiste en la necesidad de que los alumnos reciban un retorno del trabajo que hacen: "Hay que encontrar un rato en el aula para que el profesor pueda dar feedback de cómo se han hecho los deberes. No podemos reducirlo a apuntar si se han hecho o no o que sea una simple entrega en un campus virtual".
El jefe de proyectos de Bofill también plantea que sería conveniente intentar hacer deberes en grupo y que no sea sólo una tarea individualizada que cada estudiante tenga que realizar solo en su casa, ya que esto puede suponer un problema para el alumnado vulnerable
En cuanto a si los alumnos catalanes hacen menos deberes ahora que antes, la respuesta es complicada, ya que, tal y como apuntan desde la Bofill, "sólo tenemos evidencias anecdóticas". Alegre explica que hay dos escenarios: centros que continúan la tradición de sobrecargar a los alumnos de deberes y otros que han pasado de poner mucho trabajo por casa a no poner nada. "Estamos en un momento de péndulo en el que se está basculando de una sobrecarga a nada, pero en algún momento tendremos que volver al punto de equilibrio medio", concluye Alegre.
¿Se deben poner deberes a los niños? ¿Más o menos que en la actualidad?
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PSC: a favor
El PSC está a favor de los deberes y de la cultura del esfuerzo, pero ve necesario el debate sobre el volumen, para no profundizar en desigualdades ni afectar a la salud física y psíquica de niños y adolescentes.
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ERC: a favor
No son contrarios a los deberes, y creen que lo importante es diseñarlos bien y sin sobrecargas, y vigilando las desigualdades que puede generar carecer de acompañantes o materiales adecuados en casa.
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Juntos+: a favor
Ven positivos los deberes y defienden la cultura del esfuerzo, pero quieren proteger la autonomía de los centros y de los docentes, por lo que consideran que son los profesionales quienes deben decidir cuántos y cómo deben hacerse.
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Vox: a favor
Están a favor de los deberes, y recalcan que debe estar en manos de los padres la decisión de cuál es el centro donde deben educar a sus hijos.
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CUP: a favor
La CUP no se opone a los deberes a los niños, creen que pueden ser positivos, pero dicen que no se puede abusar de hacerlos porque dependiendo del entorno familiar de los alumnos se pueden reproducir desigualdades.
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Comunes Sumar: a favor
Los comunes ven la necesidad de adaptar los deberes a la realidad de los niños, pero no se oponen a ellos. Apuestan también por el aprendizaje de capacidades, más allá de capacidades memorísticas sólo.
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Cs: a favor
Cs es favorable a poner deberes, pero donde pone el foco en educación -más allá de la batalla por la lengua-, es en el abandono y en el aprendizaje de la lectura, la escritura y las matemáticas.
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PP: a favor
El PP quiere que se pongan deberes a los alumnos y consideran que el hábito de trabajo es más importante que los conocimientos, pero es necesario que sean, advierten "adecuados al perfil de las familias de la escuela".