Pensiones

Pensiones: un estudio alerta que alargar la vida laboral puede afectar a la salud

Un estudio de Fedea alerta de los riesgos para la salud de la propuesta para hacer sostenible el sistema y pide un modelo más flexible

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Un grupo de pensionistas en una imagen de archivo.

MADRIDLa edad de jubilación ordinaria en España es de 66 años y dos meses, pero se pretende llegar a los 67 años en 2027. La dinámica a nivel internacional también pasa por posponer la jubilación y alargar la vida laboral como vía para mantener el sistema, teniendo en cuenta también que la esperanza de vida es cada vez más alta. En el caso español, si bien está la opción de jubilarse a los 65 años siempre que se cumplan los requisitos, la primera parte de la reforma del sistema de las pensiones, que declara la guerra a la jubilación anticipada con el objetivo de alargar la edad de jubilación real (la media es ahora de 64,6 años) hasta la edad legal (que está entre los 65 y 66 años), ya ha sido toda una declaración de intenciones. 

Ahora bien, una decisión así también puede tener un impacto negativo sobre la salud en algunas profesiones. Así lo concluye un estudio publicado por la Fundación Fedea que advierte que retrasar la salida del mercado laboral puede aumentar el riesgo de muerte. Fedea ha investigado los efectos que tuvo la reforma de las pensiones del año 1967, con un cambio legislativo que supuso un endurecimiento a la hora de poder acceder a la jubilación a los 65 años. La decisión se tradujo en un aumento del 50% del riesgo de muerte entre los 60 y 69 años. Con todo, el estudio elaborado por los investigadores Cristina Balles, Sergi Jiménez y Han Ye no solo elegía un conjunto poblacional limitado, sino que también es todavía preliminar.

El informe profundiza en las particularidades de cada trabajo y destaca que no es lo mismo trabajar en la construcción que en la administración pública. Así, Fedea vincula un mayor riesgo para la salud con el tipo de trabajo: en aquellos empleos que físicamente son más exigentes o donde el trabajador tiene que afrontar más estrés, la mortalidad sube más. Además, destaca que justo antes de jubilarse aumenta "el estrés mental y social" en el trabajador, lo cual también lastra la salud. En el caso de los trabajos donde la carga física o psicosocial es menor, el riesgo de morir antes cae hasta el 30%.

"Si te jubilas antes ya no tienes que ir a trabajar, puedes andar las horas que tienes que andar, cuidarte algo más...", explica la catedrática de economía de la Universitat de Barcelona Montserrat Guillén, que asume la correlación directa entre salud y trabajo. Guillén, sin embargo, también se muestra "cauta" a la hora de extrapolar las conclusiones a la actualidad y apunta que hay que tener en cuenta los últimos cambios culturales en el mercado laboral, como por ejemplo la mejora en la prevención de riesgos.

Pero los datos son "preocupantes", destaca el estudio, afirmación que comparte Guillén. Por eso los investigadores piden que las decisiones que afectan al sistema de pensiones y, en concreto, la de alargar la carrera laboral o la edad legal de jubilación "se diseñen de forma diferente". Así, desde Fedea piden tener en cuenta el grado de exigencia física, emocional y mental del trabajo a la hora de fijar la edad de jubilación. Esto, de hecho, ya pasa en el caso de los mineros, que, como norma general, se jubilan entre los 40 y 50 años. "Creo que este matiz de las profesiones es muy importante", dice la catedrática de la UB en una conversación con el ARA.

Efecto clase social

Guillén también destaca que a la hora de tomar una decisión así, es decir, si jubilarse antes o justo cuando te toca, también hay que tener en cuenta la renta de la persona trabajadora. "¿Hasta qué punto no hay un efecto de la riqueza?", se pregunta. Pone de ejemplo que si la persona no ha tenido una capacidad de ahorro elevada porque los ingresos eran bajos y cuando le toca jubilarse le queda una prestación muy pequeña, decidirá alargar su vida laboral. "Muchas veces [la decisión] se toma porque no te puedes jubilar", reitera. Además, añade que normalmente la esperanza y calidad de vida de una persona cuando envejece "es más alta entre las clases más altas". "Hay muchos efectos escondidos que hay que tener en cuenta", reitera.

Con todo, alargar la vida laboral y atrasar la edad de jubilación es una tendencia mayoritaria en Europa. La decisión, impulsada sobre todo por el aumento de la esperanza de vida, también es una manera de reducir el gasto en pensiones, más en un momento en el que muchos países verán jubilarse a la generación más numerosa, los baby boomers. La pregunta que se hacen los países es si serán capaces de hacer frente a este coste teniendo en cuenta que la mano de obra que se incorpora al mercado laboral y que, por lo tanto, tiene que pagar las pensiones del presente está disminuyendo. Este escenario ha llevado a algunos países a explorar vías como la combinación de la pensión y el trabajo.

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