Me quiero comer una hipoteca "en la vasca"

Una familia analiza la información sobre una hipoteca, en una imagen de archivo
30/01/2025
2 min
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Estos días, ya propósito del desahucio de la Casa Orsola, seguimos hablando del grave problema de vivienda que tiene Barcelona. La solución que nos ofrecen todo tipo de políticos es hacer pisos de alquiler social, que es una manera de chutar desde medio campo, a ver si acaba la media parte. Hay quien se ha ido a vivir lejos buscando mejores precios. Pero como el transporte público es una quimera, se ha comprado un coche eléctrico para ir a trabajar, así gasta menos gasolina e –importante– puede aparcar gratis en Barcelona, ​​donde trabaja. Ahora, eso, al parecer, también cambiará y el tonto seguirá pagando el coche y su bonito enchufe, pero también pagará el aparcamiento. Ya estamos donde estábamos.

No se puede pedir a un propietario (sea un gran tenedor o un particular) que haga caridad. No se lo pedimos al vendedor de carne picada, ni a Amazon, ni al de la tienda de ropa. Los propietarios de pisos de renta antigua, de hecho, han estado subvencionando, y todavía lo hacen, obligados, sus inquilinos, con precios irrisorios.

Lo que sí se puede hacer, y se puede hacer de inmediato, es bonificar fiscalmente lo que está hipotecado y lo que paga un alquiler, según los ingresos. Esto sí que se puede hacer. Cuando me hipotequé por primera vez, el Estado te permitía desgravar esa compra. Esto, hoy, en Catalunya ya no ocurre. Ocurre en el País Vasco (claro).

Si un joven mileurista tiene un alquiler mileurísimo, pero la declaración de la renta le sale a devolver, porque ese dinero se bonifica como gasto imprescindible, la cuestión es muy diferente. Esto es lo que debería hacerse con todo el mundo que paga hipoteca o alquiler. Esto es ser de izquierdas. Hacer pisos sociales es caridad a largo plazo. Ofrecer a los ciudadanos desgravaciones por compra o alquiler no lo es. Aparte, desincentiva el dinero negro, regula el mercado y hace que los ciudadanos puedan gastar en otras cosas, como restauración y ocio (por tanto, cultura).

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