Harris ficha un perfil para ir al choque con Trump

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Una imagen de Tim Walz con Kamala Harris.

Por último, se ha desvanecido la incógnita y ya sabemos quién acompañará a Kamala Harris como candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos: el elegido ha sido Tim Walz, gobernador de Minnesota, un estado donde los demócratas tienen una ligera ventaja sobre los republicanos. Sin embargo, la clave de la elección debemos buscarla en el perfil de Walz. Se trata de un hombre blanco, de clase trabajadora, que no ha estudiado en las prestigiosas universidades privadas del noreste del país (la llamada Ivy League, que incluye a Harvard y Yale) y que ha trabajado toda la vida de profesor de historia en un instituto. Pero además Walz es alguien que rompe con la imagen de los demócratas como elitistas y gente alejada del día a día de la gente; por el contrario, es alguien que tiene un carisma especial, que habla claro y que tiene la capacidad de conectar con las bases del trumpismo, es decir, los trabajadores blancos que se han visto perjudicados por la globalización. Ésta es la razón última de la elección: Harris ha fichado a alguien con quien ir al choque con Trump. En lugar de buscar a alguien para buscar el voto moderado, la candidata demócrata ha optado por alguien cuyo perfil claramente progresista está dispuesto a entrar en el cuerpo a cuerpo con los republicanos por el voto de la clase trabajadora blanca. No en vano, en las imágenes que se han hecho públicas de él aparece sin corbata.

De momento, la elección de Walz ha despertado una ola de ilusión y adhesión en las bases demócratas, y éste era uno de los objetivos de los estrategas de la candidatura de Harris. En una sociedad tan polarizada como la estadounidense, de lo que se trata es de movilizar a tus votantes más que convencer a nadie. Y lo cierto es que toda la operación de relevo de Joe Biden por Kamala Harris, que era de dificultad extrema, se está desarrollando con un éxito sorprendente. La sensación es que en muy pocos días la tortilla se ha dado la vuelta y el miedo ha cambiado de bando. Las referencias de Trump a la identidad racial de Harris (de madre india y padre negro) o la insistencia en que le robaron las elecciones de 2020 no son más que muestras de nerviosismo, porque ahora él ya no es el centro de atención .

Evidentemente, falta mucho para las elecciones de noviembre y puede ocurrir de todo, pero el caso es que cuando todo parecía perdido para los demócratas tras el desastroso debate de Biden y el intento de asesinato que sufrió Trump, la candidatura de Kamala Harris ha vuelto a equilibrar las cosas. Puede sonar a tópico, pero no lo es: Estados Unidos se encamina hacia una de las elecciones presidenciales más importantes de su historia. Las consecuencias de una victoria de Trump serían terribles en muchos aspectos, pero sobre todo alterarían los actuales equilibrios de la política internacional y nos encaminaríamos hacia una alianza de Washington con regímenes autoritarios como el de Rusia, además de un debilitamiento de las alianzas con las democracias europeas. Por eso es tan importante que a Kamala Harris ya Tim Walz les vaya bien en noviembre.

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