

Una buena amiga, profesora, me envía una de las preguntas de matemáticas de las pruebas de competencias básicas. Son unas pruebas que se realizan en cuarto de ESO para evaluar si los estudiantes han "alcanzado" los mínimos conocimientos que se les debería exigir por edad. Una de las preguntas comienza con este enunciado: "Mario tiene 7 años. El sábado a las 21.00 h sus padres han detectado que tiene fiebre. Desde entonces, le han tomado la temperatura varias veces. El gráfico siguiente muestra en qué horas lo han hecho y la temperatura obtenida".
La primera pregunta para los alumnos (recordemos, de entre 15 y 16 años): "¿Cuántas veces han tomado la temperatura a Mario sus padres?". Y a continuación, tres posibilidades. 11, 12 y 13. El alumno, pues, pondrá la punta del bolígrafo en el papel y contará (con suerte) hasta once. Otra pregunta pide en cuántas ocasiones la temperatura ha sido de 39 ºC o superior, y otra, cuántas horas han pasado desde que los padres (de Mario) han detectado que tiene fiebre.
Me parece maravilloso que el niño febril tenga un nombre (Mario) no catalán, aunque lamento que sus padres sean heteronormativos. ¿Papá y madre? Uix. También me sabe mal que Mario no sea una niña y que sus padres, por lo visto, no sean explícitamente antivacunas y estén a favor de la industria farmacéutica. En cuanto a la resolución del problema, me hace feliz que un ganapiano de dieciséis años sepa, tal vez, sumar hasta once.