De un tiempo a esta parte, el Barça se ha construido un relato a medida con eslóganes dirigidos a una audiencia acrítica y convencida de antemano a la que se refuerzan ideas que poco o nada tienen que ver con el actual funcionamiento y gestión del club . En un momento delicadísimo, complejo y muy necesitado de profesionales capacitados en todas las áreas, Laporta hace y deshace con amigos, familiares y conocidos que, eso sí, son todos muy leales. Gente de confianza puesta a dedo que, por definición, nunca se atreverá a llevar la contraria, porque dejará de ser de confianza, y que, por tanto, aplaude cualquier decisión del presidente, por marciana que sea.
La metáfora, la imagen de un Barça en la UCI, el enfermo que sigue sin subir a planta, que se desestabiliza día sí y día también y para el que se sigue buscando un remedio no es mía: es suya. Y aunque siga muy enfermo, no hay repuesto a la vista después de que Eduard Romeu, el vicepresidente económico, marchara justo después de la marcha de Maribel Meléndez, directora corporativa del club. Dos personas, dos puestos, fundamentales en la estructura de una entidad que sigue actuando como si no pasara nada y emitiendo comunicados en los que, por un lado, se subraya el inmovilismo y, por otro, la acumulación de cargos , áreas y responsabilidades en una sola persona: Laporta.
Como el Barça está en los cuartos de la Champions, ganó el Atlético de Madrid en el Metropolitano y, sobre todo, al Real Madrid le tocó el Manchester City en el sorteo, se vive otra vez el efecto champán. Todo parece muy divertido, las burbujas estallan en la superficie y todo sabor a fiesta. ¿No hay vicepresidente económico? Mira Lamine Yamal. ¡Qué jugadorazo! ¿No se sabe cómo salir del bucle, porque ya no hay palancas posibles y los acreedores hacen cola para cobrar lo suyo y no piensan perder ni un euro, ¿porque ellos no pierden nunca? Fíjate en Pau Cubarsí. Tan joven, tan bueno y tan barriga.
El anuncio, el eslogan, la propaganda era y es que está todo controlado. Que existe un plan, una idea, un proyecto. Y la realidad es eso que los desmiente permanentemente, aunque no parezca importarle a nadie. ¿A ver qué hace Mbappé en la eliminatoria? Y a la Premier, claro, el Barça les haría todos añicos. Me recuerda un poco, mucho, a Gil y Gil. ¡Pero mira lo contentos que están todos! Esto es lo que importa, claro.