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Pedro Sánchez es un gran guionista y el drama de pequeño formato de esta última semana se ha resuelto siguiendo las pautas de cualquier manual cinematográfico del ramo. Al final, elgostiene mucho broche y no deja de resolver el mismo problema que creó poniendo las medidas populistas (transporte, pensiones…) en un paquete mayor para que se lo votaran en bloque. Mediáticamente lo interesante es ver cómo la triple derecha puso el grito en el cielo cuando Junts se desmarcó y ahora que –otros zorros– consiguen hacer pasar a Sánchez por el aro, estos mismos diarios siguen haciendo el pitufo cascarrabias . "Sánchez retrocede ante Junts", escribe elAbcen portada. Ya no les interesa la factura del transporte en los trabajadores ni en los pensionistas: volvemos a la vieja narrativa del chantaje catalán. "Sánchez entrega a Junts que el Congreso debata su futuro", diceEl Mundo, en un titular francamente retorcido y abstruso, pero que cumple con el requisito de tener verbo de connotación negativa y no escribir una buena noticia a favor del líder del PSOE. La Razón también titula sudando de las medidas que hace tan poco les dolían: "Juntos da a Sánchez hasta marzo para «llenar la cesta» de nuevas cesiones".
Al otro lado del espectro editorial es divertido constatar cómo los diarios tienden a vender la idea del acuerdo entre Junts y el PSOE, por lo que se vende como una operación con dos protagonistas. Menos en las portadas deEl PaísyEl Periódico, los dos diarios más cercanos ideológicamente a los socialistas, donde es Pedro Sánchez quien se lleva el mérito y se le concede ser el sujeto (es decir, el protagonista) de la noticia. Un día más, se constata que el relato ocurre por delante de todo y mientras los jubilados estaban pendientes de la pensión, la política (y los medios) construían narrativas algo hiperbólicas.