Oxígeno para las arcas de la Generalitat


La decisión de condonar 17.100 millones de euros de la deuda de la Generalitat con el Estado a través del FLA representa el cumplimiento de uno de los acuerdos entre ERC y el PSOE que permitieron la investidura de Pedro Sánchez y supone, además, un balón de oxígeno para las arcas de la Generalitat, ya que de esta forma se ahorrará unos 1.500 millones de euros en intereses, según el cálculo hecho público por Oriol Junqueras. El ministerio de Hacienda ha hecho extensiva esta condonación al resto de comunidades autónomas con unos criterios que, curiosamente, hacen que Andalucía sea la más beneficiada (18.800 millones) y que después de Catalunya vengan ya la Comunidad Valenciana (11.210 millones) y la Comunidad de Madrid (8.644 millones). De esta manera, María Jesús Montero consigue poner a los varones autonómicos del PP en un apuro, ya que si hacen caso a lo que dice su presidente, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, votarán en contra. Sin embargo, la medida con toda probabilidad se aprobará en el Congreso y entonces habrá que ver si estas comunidades se acogen o no. No hacerlo sería perjudicar a sus propios ciudadanos por una cuestión política.
La cuestión del FLA merece una reflexión aparte. Recordemos que, ante la imposibilidad de aprobar un nuevo sistema de financiación autonómica, el PP puso en marcha este mecanismo para financiar a las comunidades autónomas durante la crisis económica, que provocó una caída drástica de los ingresos fiscales a la vez que un aumento de la demanda sobre los servicios sociales. Pero el FLA de Cristóbal Montoro no era gratis. Era un crédito con unas condiciones mucho mejores que las que permitían el mercado en ese momento, es evidente, pero en última instancia ese dinero provocaba unos intereses que cada año la Generalitat tenía que pagar al Estado. En el caso de Catalunya, un territorio infrafinanciado y con un déficit fiscal calculado en unos 20.000 millones anuales, este sistema resultaba insultante, ya que el Estado te sacaba un dinero que después te prestaba cobrándote un interés. Es por ello que Junqueras ha dicho este lunes que "el FLA no debería haber existido nunca", ya que ese dinero debería haberse transferido sin contraprestación alguna, porque era necesario para pagar servicios como la enseñanza y la salud.
En realidad lo que ahora plantea Montero es un truco contable, ya que esos 83.252 millones condonados pasarán de ser deuda de las autonomías a ser deuda del Estado, que en global sigue siendo del 102% del PIB. Eso sí, el Estado renuncia a cobrar en las autonomías unos 4.000 millones en intereses. Ésta es, pues, la condonación real. También es verdad que el deshacerse de un 20% de la deuda permite ahora a la Generalitat mejorar su calificación de cara a los mercados. En todo caso, se trata, conjuntamente con la veintena de acuerdos de la Comisión Bilateral (la más importante es la ampliación del número de Mossos hasta 25.000 en 2030), de un paso que repercute directamente en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos de Catalunya. Y esto siempre es positivo.