"Charnegos" en los Gaudí


La gala de los Gaudí hizo honor a la expectación de derbi entre Casa en llamas y El 47 de la que venía precedida. El éxito del filme sobre la inmigración extremeña en Torre Baró provocó uncrescendoemocional colectivo suficiente para que JA Bayona comentara que estaba quedando una noche suficientemente charniega.
Charnego es un insulto enterrado durante mucho tiempo por la corrección en el lenguaje y el sentido de país, hasta que, poco a poco, ha reavivado en la tarjeta de presentación de los hijos y nietos de los primeros que se lo hubieron de sentir, y se ha convertido en un concepto exhibido con orgullo. Casa en llamas, disparó la emoción en lo más alto cuando recordó que su abuelo andaluz no sabía leer ni escribir y que él, en cambio, había podido escribir gracias a algo que se llama progreso.
Cierto, como lo es que abuelos y padres de mucha gente tampoco sabían leer ni escribir en catalán y ahora nosotros sí, gracias a algo que se llama resistencia, que es imprescindible para el progreso. El estado español, el mismo que condenó por la fuerza bruta a muchas familias al hambre y al analfabetismo, es el mismo que nos hizo ignorantes de nuestra propia lengua e intentó que nos avergonzáramos. Las humildes casas de ladrillo de Torre Baró las iba a echar al suelo la policía del mismo régimen que tiraba al suelo el catalán. Que se me entienda bien en este mundo de bandos digitales: no se trata de ningún concurso de méritos, sino de todo lo contrario, de una suma de progresos, porque en la cola de los represaliados sociales y culturales del caciquismo secular y del franquismo somos muchos los que venimos (Raimon lo dijo como nadie) de clases subalternas, obligadas a guardar un antiguo silencio que fue muy largo.