Noticia promocional de la policía local

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Momento del 'Telenoticias comarcas'.

El martes, en Telediario comarcas hacían una noticia sobre unos cursos de autodefensa para menores de edad en Mataró. La policía local imparte un taller exclusivo para chicas de 15 y 16 años para defenderse en caso de sufrir una agresión. “¿Ha pensado alguna vez qué palabra elegiría a la hora de pedir auxilio? ¡Auxilio! ¡Ayuda! ¡Socorro! ¿Cuál utilizaría? Ahora contaré hasta tres y quiero que esta palabra la llame con todas sus fuerzas”, ordenaba un policía a una hilera de chicas, que, obedientes, ejecutaban el ejercicio. Siguiendo el discurso del policía, la noticia explicaba que este curso intentaba que todas estas chicas "se sintieran mayores y con capacidad de defenderse" en caso de vivir una situación de estas características. Entonces, los espectadores contemplábamos una serie de coreografías: “Se trata de romper un agarre [sic] de cuello o muñeca para poder huir”, y les explicaba un método como si fuera un paso de baile. El policía utilizaba una compañera de trabajo a modo de víctima para explicar el proceso de deshacerse de un hipotético agresor: “Ella subirá el brazo creando una pantalla entre ella y yo, se cogerá con la otra mano y empuchará [sic] creando una palanca”. La policía también aconsejaba a las chicas que llevaran un llavero-alarma en caso de emergencia. Extrayendo el cordel del llavero, sonaba un silbato como si fuera un despertador. Más de cuatrocientas chicas han pasado por estos cursos, y una de ellas, en la entrevista de TV3, respondía: “Me sorprende que sólo tenga que hacerse a las chicas, este curso. Me parece de una sociedad muy fea”. Y tenía toda la razón. Lo más decepcionante de la noticia era la ausencia de una mirada crítica sobre este tipo de cursos. Faltaban declaraciones de expertas en perspectiva de género para valorar estas iniciativas. La noticia tampoco decía nada sobre si los chicos recibían algún curso formativo. Ellos no necesitan lecciones de conducta, pero ellas vale más que se espabilen para defenderse. El mensaje de la iniciativa es nocivo y sesgado. Tampoco se informaba de si el curso se hacía extensivo a chicos homosexuales o personas trans, que también son colectivos más susceptibles de ser agredidos. Desde la perspectiva del espectador, la clase coreográfica de autodefensa era ridícula. El ejercicio deformaba la realidad y el nivel de fuerza y ​​violencia que implica una agresión. Estos cursos pueden ofrecer un mensaje distorsionado y estigmatizador a las víctimas por no haber actuado con heroicidad o que haga que se culpabilicen por no reaccionar como instruye la policía. El colmo, tener que ir con una alarma en la mano. Métodos que contribuyen a la construcción del miedo sobre las mujeres. Lo que constatamos la audiencia fue el sistema caduco de la policía local, que responsabiliza a las víctimas de su defensa mientras desatienden, de forma negligente, la pedagogía sobre los chicos adolescentes. Tal y como estaba planteada la noticia, vimos un acto promocional de la policía local de Mataró. Esperamos que, al menos, sirva para que el Ayuntamiento de la ciudad aplique políticas más responsables e igualitarias entre sus adolescentes.

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