“Quiero dejar bien claro que es un orgullo tener a Xavi por su calidad profesional y humana” (noviembre de 2023).
“Xavi tiene toda nuestra confianza. Aparte de sus conocimientos, es un gran entrenador. En los análisis que hace de los postpartidos está magnífico” (diciembre de 2023).
“Siempre he querido que continuara y él lo sabe. Cuando nos saludamos teníamos claro que debíamos seguir. Este proyecto lo entiendo con Xavi de entrenador. Es necesario sacar notas positivas de esta temporada. No hemos hablado con ningún entrenador, siempre con la esperanza de que Xavi se lo repensara” (abril 2024).
"El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha comunicado este mediodía a Xavi Hernández que no continuará como entrenador del primer equipo la temporada 2024-25" (mayo 2024).
Que un club como el Barça cese al entrenador porque ha terminado la temporada sin ganar ningún título se puede llegar a entender. Pero no estamos hablando de esto. Laporta se ha cargado a Xavi después de haberlo ratificado hace sólo un mes entre lágrimas y abrazos. Hace unos días, desde el club se filtraba que no le querían y que ya se estaban reuniendo con el sustituto. Y este viernes, dos días antes del último partido de la temporada y un día antes de la final de la Champions del equipo femenino de fútbol, el club comunica que Xavi se va fuera.
Emocionalidad, volantazos en la gobernanza, desorientación estratégica, inoportunidad comunicativa y un tercer entrenador en tres años de mandato no hacen para un presidente experimentado y exitoso en su primera etapa como es Joan Laporta. Y, al mismo tiempo, la gestión deportiva, emocional y comunicativa de Xavi ha sido mejorable. Lo hemos visto sufrir y ha hecho sufrir. El resultado final de todo ello es la despedida por la puerta trasera de otro símbolo azulgrana y el inicio de una nueva etapa. Que sea un nuevo proyecto habrá que verlo.