

Aún no sabemos qué ocurrió durante las cinco horas del pasado 29 de octubre que el presidente valenciano, Carlos Mazón, pasó al restaurante El Ventorro, desconectado de todo y de todos, mientras la DANA arrasaba al país y la gente moría. Se sabe, eso sí, que estaban Mazón y una periodista, Maribel Vilaplana, a la que el presidente habría ofrecido la dirección de À Punt, el canal televisivo autonómico, una oferta que ella habría declinado. Vilaplana no lo ha confirmado ni desmentido, y ha hecho para mantenerse tanto en segundo plano como ha podido, pero sí declaró dos cosas. Una, que todo el tiempo que ella y Mazón estuvieron juntos (Vilaplana no dijo dónde), él se mostró del todo tranquilo y no dio señales de que sucediera nada urgente ni anormal. Y dos, que ella le sugirió que utilizara más al valenciano en sus apariciones públicas. Mazón habla el valenciano a la perfección, pero, como es público y notorio, en un 94,74% de sus comparecencias prefiere utilizar la lengua en la que cantaba en el grupo musical Marengo.
Ofreciese o no la dirección de À Punt a Maribel Vilaplana, Mazón y el gobierno valenciano de PP y Vox (ambos partidos en teoría habían roto relaciones, pero en la práctica van de la mano en todo y para todo) ya tienen el director general que necesitaban para el ente autonómico. Se trata de Francisco Aura, un veterano que viene de ser, durante doce años, director de operaciones de Trece TV, y que también fue jefe de programas en Canal 9, una tele tan zaplanista como el propio Francisco Aura. El currículo habla por sí solo, pero por si no había quedado claro por dónde iban los disparos Francisco Aura ya ha anunciado que "estudiará" que los informativos del canal autonómico sean en castellano. En valenciano se podrá seguir emitiendo, según el flamante director general, en "otras franjas", aún por concretar. Aura lo justifica con el argumento de que la televisión pública debe hacerse cargo de la realidad valenciana, en la que existe "una mayoría de población castellanohablante".
Sin embargo, la realidad valenciana incluye más cosas, entre las que À Punt es la única televisión en valenciano que pueden sintonizar los ciudadanos del País Valenciano, en desigual competencia con una oferta más que numerosa de canales en castellano, públicos y privados. Y que si es cierto que el valenciano se encuentra en minoría, justamente una de las razones de ser del servicio público (una televisión autonómica lo es) es atender a las necesidades de las minorías. Pero, vamos, como dice el rico refranero castellano, la cabra tira al monte, y PP y Vox nunca abandonarán su hostilidad frontal contra la diversidad lingüística en general y contra el catalán muy en particular. No hay miedo a que Francisco Aura recomiende a Mazón que hable más en valenciano, eso seguro.
Por último, dos notas para algunos lectores. Una: ahorraos los comentarios del tipo "los valencianos tienen lo que han votado", porque son ridículos. Y dos: a los que cree que un gobierno español de PP y Vox sería bueno porque no sé qué de desestabilizar a España y de hacer reactivar el independentismo, la más sentida enhorabuena.