Jeff Bezos, a cara descubierta con el 'Washington Post'

Tras vetar que el diario se pudiera posicionar formalmente en favor de Kamala Harris, y también después de censurar una viñeta donde se señalaba cómo los multimillonarios están postrándose a los pies de Trump –y donde él aparecía como uno de los genuflexos–, Jeff Bezos da un nuevo paso para controlar con mano de hierro la línea editorial del Washington Post. En una nota enviada a la redacción, explica que en las páginas de opinión "se escribirá todos los días en apoyo y defensa de dos pilares: las libertades individuales y los mercados libres". El empresario dice que internet ya contiene opiniones para todos los gustos y, por tanto, su medio ya no debe garantizar pluralidad de puntos de vista que escapen de estos dos preceptos. Cuando Bezos compró el diario aseguró que no interferiría en su línea editorial, pero desde que se marchó el anterior director, Martin Baron, no hizo sino hundir las manos hasta las axilas. Y de manera alarmantemente torpe: a nadie se le escapa que, bajo los dos mandamientos de sus particulares tablas de la ley, el diario escorará un poco más hacia la derecha, un poco más hacia Trump.
Bezos desembolsó 250 millones de dólares por la histórica cabecera. Era durante el primer mandato de Trump y la hostilidad editorial del diario con el presidente americano le costó contratos federales por valor de 10.000 millones de dólares. O sea, pagó 10.250 millones, en realidad. Súmale que ahora su empresa aeronáutica depende de compras decididas desde la Casa Blanca y que uno de los productos que más aporta al negocio de Amazon son los servidores en la nube –que también contrata masivamente al gobierno– y se entiende de maravilla. Viendo esto sólo queda abrazar a Bezos y corear con él: "¡Viva el libre mercado, lejos de cualquier injerencia política!"