'Black mirror' y la posibilidad de mirar dentro de ti


Black mirror ha vuelto a Netflix con la séptima temporada para recordarnos el mundo en el que vivimos y el abismo que a menudo supone el futuro. Dado que los capítulos son independientes, el grado de satisfacción es irregular y depende mucho de la sensibilidad individual para conectar más con unas historias que con otras. Lo que mantiene intacta es la capacidad para analizar la condición humana frente al progreso digital. Hay capítulos llenos de desesperanza o incluso angustia, y algún otro, en cambio, nos transporta a posibilidades insólitas que sirven para profundizar en el terreno de las emociones.
Es el caso deEulogy, el quinto episodio, donde el protagonista, Philip, un hombre solitario interpretado por el actor Paul Giamatti, recibe una llamada muy intrigante de una empresa que organiza funerales. Le comunican el deceso de una persona que conoció hace décadas. Pero el ritual no será tradicional. Es un funeral inmersivo que se construye a partir de todos los recuerdos de la gente que conoció al difunto.
El capítulo, por un lado, nos demuestra cómo la actitud solícita y predispuesta de la inteligencia artificial nos puede hacer participar en procesos absolutamente desconocidos sin valorar sus riesgos. El encanto, la actitud asertiva y la facilidad de recursos de estas voces del mundo virtual a la hora de interactuar con humanos nos encaminan a interfaces insólitas movidos por la curiosidad y una obediencia a veces temeraria. Esta vez la propuesta de Black mirror resulta realmente tentadora: ofrece la posibilidad de entrar en las fotografías antiguas que acumulamos en casa y revivir aquellos momentos según lo que archivamos en nuestra memoria. El episodio recrea muy bien ese imaginario, sin perder un finísimo sentido del humor. Philip volverá a momentos muy intensos de su juventud y experimentará de nuevo escenas y situaciones. Pero lo que no tiene en cuenta es que este mundo digital nunca es inocente. Lo que guardamos en nuestra memoria son sólo puntos de vista de nuestra propia historia, pero Eulogy dispone de más versiones y otras miradas. Tiene más información de la que nosotros mismos conocíamos o hemos fijado en nuestro cerebro.
Revisitar el pasado tiene el riesgo de descubrir nuevas formas de interpretarlo y de entender nuestra vida. Puede ser doloroso, pero también puede dar la posibilidad de reparar daños emocionales que hemos arrastrado a lo largo del tiempo. Eulogy será mucho más que un funeral inmersivo.
Como siempre, Black mirror ofrece esta lectura del futuro y, a su vez, la posibilidad de reflejarnos en este espejo que son las pantallas para volver al pasado. Algunos episodios dan la oportunidad, no de mirar más allá, sino de mirar en nuestro interior. Ves la historia de Philip y, a la vez, te hace reflexionar sobre la lectura que puedes haber construido de tu vida y preguntarte por todo lo que no observaste o no tuviste en cuenta.