La memoria no es un error

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La memoria no es un error

1. Memoria y aprendizaje

Se acaba el verano y vuelve pronto la enseñanza reglada. Con un poco de suerte, el verano no habrá sido un paréntesis de aprendizaje, que se encuentra en muchas de las situaciones y emociones que en verano viven los chicos y chicas que estos días ya están comprando libros y libretas.

La gran noticia es que los centros escolares abrirán las puertas con más normalidad que los últimos cursos y que los brotes pandémicos se gestionarán con la potente arma de la vacunación. Eso sí, caprichosamente pospuesta por las vacaciones. Buenas noticias para los estudiantes, que recuperan la escuela, el instituto y la universidad, y buenas noticias para unos docentes que han hecho lo que han podido entre la enseñanza en línea y en las aulas en un ambiente de miedo, un gran enemigo de la experiencia de aprender.

Este domingo en el ARA damos la bienvenida al curso dando las gracias a los que hicieron posible que las escuelas permanecieran abiertas y que niños y jóvenes mantuvieran las clases. También a todos aquellos que han conseguido navegar por las dificultades y dar un salto tecnológico para aprender a enseñar, y han acelerado cambios como en el resto de sectores.

Empieza el curso y dedicamos nuestro dossier de este domingo a una de las grandes pasiones humanas, aprender.

Nos hemos preguntado “¿Qué quiere aprender el cerebro y cómo le gusta hacerlo?” Y nos ha respondido David Bueno, director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1ST. Su artículo nos explica que aprender es “un instinto biológico inevitable” pero que lo que aprendemos y cómo lo hacemos tiene “componentes culturales clarísimos que en buena parte dependen de los currículums y las metodologías didácticas que utilizamos”. Nos explica cómo nuestro cerebro prioriza los aprendizajes que pueden ser “útiles en nuestro futuro, especialmente cuando tienen componentes sociales”, lo que refuerza la idea de enseñar con metodologías pedagógicas colaborativas, y menciona el peso de las emociones en los aprendizajes, la utilidad de la alegría y la sorpresa para fijar conocimiento. En definitiva, nos hemos preguntado cómo la neurociencia educativa puede colaborar y cooperar con la pedagogía para mejorar cómo aprende nuestro cerebro y cómo educamos a nuestros jóvenes para ser adultos formados, curiosos y con capacidad crítica. Es decir, ciudadanos libres.

El dossier habla de memoria y de aprender a pensar. Probablemente, lo más importante que se puede aprender, y no solo en la escuela.

2. Memoria y ‘unidad nacional’

Curiosa desaparición esta semana en la prensa editada en Madrid de las palabras del papa Francisco en la emisora de los obispos. Curiosa selección de los temas tratados por el jefe de la diplomacia más antigua del mundo. Francisco intervino en el frufrú de sotanas dentro de la Conferencia Episcopal Española (CEE) desde el apoyo a los indultos de los políticos independentistas. Los representantes del ala dura habían salido en masa cuestionando al actual presidente, Joan Josep Omella. Antonio Cañizares, expresidente de la CEE, hablaba de la unidad nacional como “un bien moral de obligada protección” y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, publicaba el 24 de junio en el Abc un artículo en el que afirmaba que “la unidad de nuestro pueblo es un bien moral, capaz de valorar lo que nos distingue y a la vez lo que nos enriquece complementariamente cuando no hacemos de las distinciones una arma arrojadiza cainita y letal”.

Pues Francisco ha entrado a decirles que “la unidad nacional es algo fascinante, pero nunca se logrará sin la reconciliación de los pueblos”, y ha remachado el clavo: “España tiene que reconciliarse con su propia historia”. Que la transición española se hiciera sin sosegar la memoria colectiva, ni honrar los muertos y los represaliados, tiene consecuencias hasta hoy. No habrá un nuevo pacto de construcción política sin los consensos que necesitan más honestidad y menos partidismo. Del hecho que la memoria en España está por consensuar son buen ejemplo dos novedades editoriales valiosas, la imprescindible crónica periodística Memòria de la resistència antifranquista, de Antoni Batista (Pagès Editors), y la novela 1939. La caiguda de Barcelona, de Andreu Claret (Columna).

3. Memoria reciente

Empieza también en Catalunya el curso de la gestión política y de la reconstrucción del proyecto independentista, desorientado. El primer escollo del Govern es cómo cerrar un proyecto de ampliación de El Prat que no signifique el sacrificio absoluto del espacio natural de La Ricarda. La división entre socios, expresada crudamente a través de Twitter, no es un buen síntoma, por más que las convivencias de sábado hayan calmado los ánimos. Si el president y el vicepresident muestran sus diferencias en las redes sociales, el curso será una agonía. Una nueva legislatura agónica de la que tenemos memoria reciente y para la que cada vez hay menos tolerancia ciudadana en tiempo de pandemia y decepción. Hacer política exige consenso, pero también tomar decisiones, un desgaste que se tiene que estar dispuesto a asumir si se quiere hacer una gestión responsable y transformadora. Si no, más vale quedarse confortablemente en las unanimidades partidistas.

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