La idea de Artur Mas que ha molestado a Carles Puigdemont


BarcelonaArtur Mas ha marcado el fin de semana con unas declaraciones que han cogido a contrapié a la cúpula de Junts per Catalunya. "Hay que diferenciar entre hablar con Aliança Catalana y hacer estrategias conjuntas. Son cosas diferentes. Hay que hablar, pero no deben hacerse estrategias conjuntas como acuerdos de gobierno o programáticos como han hecho Junts y Esquerra en algún momento. Junts no debe hacerlo con Aliança. Ahora bien, cortar cualquier diálogo cuando ya tienen representantes en el Parlament es como si en su momento se hubiera cortado cualquier posible conversación con la CUP", dijo el ex president de la Generalitat al Diari de Barcelona. Una reflexión que levantó polémica por la comparación de la extrema derecha con los cuperos y porque pone en cuestión el cordón sanitario que ahora el independentismo ha instaurado al partido de Silvia Orriols en el Parlament.
Este lunes en la reunión de la ejecutiva de Junts, Carles Puigdemont, en su intervención inicial para inaugurar el encuentro, ha lamentado la poca oportunidad de esta reflexión, según diversas fuentes consultadas por el ARA. Sobre todo porque Mas no es militante de Junts y porque cree que ahora es un momento para intentar rentabilizar los últimos pactos en Madrid con el PSOE o anuncios como la inversión de Repsol, que el portavoz de Junts, Josep Rius, se ha atribuido directamente en la rueda de prensa de este lunes por la supresión del impuesto a las energéticas. Las declaraciones de Artur Mas, a juicio de la cúpula de Junts, han desviado el foco hacia un debate que ahora no les interesa abrir después de una semana de "logros" en Madrid, ha defendido Puigdemont según las fuentes.
La reacción del secretario general del partido el domingo, Jordi Turull, ya era un indicador de que la reflexión de Mas no había gustado a la dirección. "Los consejos son bienvenidos, pero la política de relación con otras fuerzas la decide Junts", aseguró en declaraciones a los medios de comunicación. Esta reflexión también se reprodujo, según las fuentes consultadas, en la reunión del partido este lunes.
Desde Junts evitan, sin embargo, valorar el sentido de sus declaraciones. Lo hizo este domingo Turull y también este lunes Josep Rius: "La política sobre pactos de Junts, la decide Junts". Ahora bien, el portavoz del partido ha evitado pronunciarse sobre si Junts debe contar con los votos o no de Aliança Catalana en un futuro, después de las elecciones municipales del 2027. Es decir, si el cordón sanitario que Junts ha pactado con el resto de fuerzas –menos el PP y Vox– en el Parlament también lo trasladarán a los pueblos y ciudades de Catalunya. La cúpula no quiere abrir ahora ese melón, aunque tarde o temprano tendrá que afrontarlo: Junts también tendrá que decidir, como en su día el PP tuvo que hacerlo con Vox, si cuenta con la extrema derecha o no para gobernar en los ayuntamientos. Los populares decidieron que sí y ahora están atrapados.
La relación Mas-Junts
El ex president Artur Mas anunció junto con el ex president Jordi Pujol –ambos tótems de Convergència– que se harían militantes de Junts en una cena con Jordi Turull en el Maresme ante unos ochenta miembros del partido. Esto se produjo en julio del año pasado, pero en estos momentos no se ha hecho efectivo. Este sí pero no es lo que ha marcado hasta ahora la relación entre los dos líderes de la antigua Convergència y Puigdemont. De hecho, de forma bidireccional. El ejemplo más claro es la campaña electoral de las últimas elecciones catalanas del 12 de mayo de 2024, cuando Puigdemont encabezó la candidatura de Junts. Entonces el ex president en el exilio contó con el apoyo tanto de Mas como de Pujol, que participaron en actos de Junts, pero también es cierto que Puigdemont no quiso tomarse la foto. Es decir, no hubo acto conjunto en Argelers de los tres ex presidents de la Generalitat. Todo forma parte de la complicada relación, casi freudiana, entre Junts y lo que fue Convergència.